Avisados estáis ya desde el título del post. El listado que leeréis a continuación no está realizado en base a la calidad de los autores que lo componen, sino al rechazo visceral que siento por ellos. Vis-ce-ral, es decir, de las vísceras, pasando por el filtro relajado de la razón que ha mirado sutilmente hacia otro lado en la confección de los argumentos que utilizo para justificar la urticaria que me producen. De eso se trata la manía, ¿no? Pues ahí va: