Cincuentas sombras de Grey o cómo Bella y Edward se divierten

Me leí Cincuentas sombras de Grey con todo el cariño del que fui capaz. Sobre la página 300 logró engancharme un poco. Me desenganchó sobre la 350. Cuando iba por la 420, más o menos, fui a una mesa redonda sobre Edición. El tema central era: ¿cómo se fabrica un éxito literario?, la historia de fondo. La conclusión a la que llegaron los editores experimentados y la agente literaria que asistieron es que no hay historia de fondo. Ellos saben cuándo les gusta una historia, pero no cuándo tendrá éxito. Me fui a casa mucho más tranquila. Las últimas 100 páginas de Cincuenta sombras me las leí en diagonal sin la menor pizca de culpabilidad. Si me hubieran encargado un informe de lectura del libro no hubiera salvado de la quema ni el champan Bollinger Grande Année Rosé 1999 que los protagonistas beben a todas horas, da igual los millones que haya vendido la trilogía. Así que voy a reducir mi reseña a tres palabras: es una mierda. Y no sé por qué tiene éxito. Para más datos, abundan las reseñas en Internet, casi todas negativas. Y todas dicen lo mismo, por las mismas razones, así que no voy a ser redundante. Bueno sí, no puedo dejar de decir otra cosa más: por favor Ana, cariño, vete al psiquiatra.

Pero no todo ha sido tiempo perdido. Leerme tanta sombra me ha servido para hacer un interesante descubrimiento: el fanfiction o fanfic. Un fanfic es un relato de ficción sobre un libro, una película, una serie de televisión, un videojuego, etc, escrita por un fan. El fan, metido a escritor, coge su obra y sus personajes favoritos e inventa historias sobre ellos. Me parece genial, los lectores apropiándose de la obra y continuándola, reinventándola, como en los cuentos orales. Pues resulta que la trilogía de las cincuentas sombras es un fanfic de nada más y nada menos que la saga de Crepúsculo. La fan escritora, en este caso, Erika Leonard James, más conocida en el ambientillo fanfictionesco como Snowqueens Icedragon, coge a los protas sosetes de Crepúsculo, Bella y Edward, e imagina qué pasaría si fueran menos mojigatos y le dieran más al sexo. El resultado es Cincuentas sombras de Grey. Los personajes siguen siendo igual de sosetes pero se tocan mucho más, incluso se pegan y se flagelan.  Entre la comunidad fanfic fue un éxito. Luego lo sacaron de su contexto natural, despojándole de todo su valor, lo arroparon con una campaña de marketing a lo bestia, y hala, a las librerías. Lo demás es historia.

Os dejo un enlace a www.fanfic.es, una comunidad de fanfic en español y os invito a que cotilleéis sobre el tema, es todo un mundo.

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